martes, 20 de septiembre de 2016

Una nueva era

 El mundo del rendimiento deportivo, ha sufrido cambios importantes durante sus últimos años de evolución. En una gran mayoría de deportes, el elemento técnico se ha estabilizado, llegando en consenso a una técnica que podría denominarse la técnica modelo.
Un claro ejemplo es la natación, en la cual se puede apreciar como una gran variedad de técnicas de nado evolucionaron hacia una estandarizada, a penas modificada entre los atletas de élite en la actualidad. Algunos ejemplos  más visuales son la posición de salida en los años 60, o el nado de la mariposa, en sus inicios realizado con patada de braza.

 Como bien sabemos, los elementos técnico, táctico, físico y psicológico son los que principalmente intervienen como indicadores de rendimiento en la competición, como bien nos muestra la figura de Conde y Delgado (2001), sobre el entrenamiento integrado en judo.

 Tras la estabilización del elemento técnico, la creciente importancia de la preparación física del deportista en la competición actual es más que evidente. El desarrollo de las principales capacidades físicas (propias y exigidas por parte del deporte practicado), en el momento adecuado de la planificación deportiva llegan a ser decisivas en el éxito deportivo. A partir de esta premisa, una de los actuales objetivos en el mundo deportivo es la optimización de este nivel de preparación física en búsqueda del mayor rendimiento deportivo, por supuesto sin despreciar el aspecto técnico, que no deja de ser esencial para alcanzar el alto rendimiento.
Esta focalización en el modelo de preparación física y su predominancia sobre otros indicadores de rendimiento va a ser una de las principales dinámicas en los artículos y publicaciones del blog.


¡Gracias y un saludo!

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