FUERZA
Y RENDIMIENTO EN NATACIÓN
INTRODUCCIÓN
La natación es un
deporte individual, cíclico con alta implicación de condición física y técnica,
ambos determinantes del rendimiento en competición.
Existen 4 estilos en la
competición actual; mariposa, espalda, braza y crol. Cada uno de ellos implica
diferentes grupos musculares y, dependiendo del tipo de prueba, a su vez
implica diferentes tipos de fuerza, así como vías energéticas que sustentan la
actividad.
Al igual que en otras
modalidades deportivas, el entrenamiento de natación se llevaba a cabo
exclusivamente en el agua. En la actualidad, el entrenamiento en seco es una
parte imprescindible del trabajo y desarrollo de las capacidades físicas del
nadador.
GRUPOS MUSCULARES
IMPLICADOS EN EL NADO
Diferenciaremos en este
apartado entre la acción de miembros inferiores y miembros superiores.
1.
Musculatura implicada en miembros
superiores:
Movimiento
hacia abajo: Deltoides, dorsal ancho, pectorales,
romboides y trapecio.
Movimiento
hacia fuera: Deltoides, infraespinoso,
supraespinoso, trapecio.
Movimiento
hacia dentro: Bíceps, braquial anterior, dorsal
ancho, redondos, supinadores.
Movimiento
hacia arriba: Anconeo, deltoides, tríceps.
2.
Musculatura implicada en miembros
inferiores:
Movimiento
ascendente: Glúteos e isquiosurales.
Movimiento
descendente: Cuádriceps y psoas ilíaco.
Movimiento
hacia fuera: Cuádriceps y glúteos.
Movimiento
hacia dentro: Aductores y recto interno.
En los estilos mariposa
espalda y crol ejercemos los movimientos hacia abajo, hacia dentro y hacia
arriba, mientras que en la braza encontramos los movimientos hacia fuera y
hacia adentro.
En lo referente a los
miembros inferiores, en los estilos mariposa espalda y crol ejercemos los
movimientos ascendente y descendente, mientras que en braza realizamos los
movimientos hacia fuera y hacia dentro.
IMPORTANCIA DE LA
FUERZA EN LA NATACIÓN
Como hemos mencionado
anteriormente, existen ciertos determinantes del rendimiento deportivo. En
función del tipo de deporte unos ganan prioridad frente a otros. Como más
importantes, en natación encontramos la condición física, y la técnica de nado.
Con esto no negamos la importancia de la preparación táctica y psicológica,
sino que priorizamos las dos anteriores por su mayor importancia durante la
planificación y su influencia en el rendimiento.
Dentro de la
preparación física, podemos distinguir entre el trabajo condicional de la fuerza (capacidades neuromusculares) y
de la resistencia (capacidades
bioenergéticas). En este caso nos centraremos en la importancia de la
fuerza en la preparación del nadador.
La fuerza, desde el
punto de vista del entrenamiento deportivo, se entiende como la capacidad de
producir tensión que tiene el musculo al activarse o, dicho en otras palabras,
contraerse (González y Gorostiaga, 2002).
Entendido desde el
punto de vista de la natación, es la capacidad física que nos permitirá mejorar
la resistencia al esfuerzo, velocidad de contracción y explosividad muscular en
el gesto competitivo.
A.
TIPOS DE FUERZA
En el entrenamiento de
nadador, en función del tipo de pruebas en que compita, el entrenamiento se
aproximará más a un tipo u otro de fuerza, pero por lo general seguiremos la
siguiente estructura:
1.
Trabajo de hipertrofia /
acondicionamiento general (si es necesario).
Este tipo de
entrenamiento se llevará a cabo en fases preparatorias, con la finalidad de
conseguir adaptaciones estructurales que nos permitan desarrollar las
capacidades posteriormente deseadas.
2.
Mejora de fuerza máxima o neural.
En esta fase, nuestro
objetivo es mejorar al máximo la fuerza de nuestro nadador, para
posteriormente, transformarla en fuerza especial aplicable a la prueba de
competición.
3.
Trabajo transformación a fuerza
explosiva y resistencia a la fuerza explosiva.
Como hemos mencionado
antes, esto difiere en función del tipo de prueba a la que se somete el nadador
en competición, así como a las necesidades del mismo. Por lo que debemos
comprender que cada deportista es un mundo, y sus necesidades no siguen un
patrón exacto de planificación. Aun así en etapas competitivas, la prioridad es
el desarrollo específico de resistencia y explosividad muscular especial de
nado, las dos, capacidades que determinarán el rendimiento en la prueba
competitiva.
B.
MÉTODOS DE ENTRENAMIENTO
En función de la
proximidad de la competición, del tipo de planificación utilizada y de las
necesidades de nuestro nadador, llevaremos a cabo unos u otros métodos de
entrenamiento.
Métodos generales:
En las primeras etapas de entrenamiento, los métodos serán genéricos y
distantes a las características competitivas. Un ejemplo puede ser el trabajo
de fuerza máxima, en el que desarrollaremos fuerza en la musculatura implicada
utilizando métodos de intensidades altas con pesas y en sala.
Métodos
específicos o mixtos: Hacen referencia a sistemas en las que
se focaliza en el trabajo de fuerza, con mayor similitud o transferencia al
gesto deportivo, trabajando así la musculatura específica de la prueba. Un
ejemplo es el trabajo de pull over con elásticos en posición prona en banca,
simulando una acción de miembros superiores en nado de mariposa. El trabajo
específico es muy amplio y tiene infinidad de formas o variantes manipulables.
Métodos
competitivos: En etapas competitivas el trabajo de
fuerza y condición física debe realizarse exclusiva o casi exclusivamente en el
agua, pues debemos simular la situación competitiva. Dentro de esta, si nos
interesa desarrollar fuerza explosiva o potencia podremos utilizar series
cortas, series rotas o incrementar la carga con lastres u otros recursos.
Algunos estudios nos
muestran la importancia del trabajo de fuerza en seco para mejorar nuestro
rendimiento en natación. Un estudio comparó el rendimiento obtenido por un
grupo con un entrenamiento exclusivamente en piscina con otro con
complementación y series mixtas de fuerza y velocidad de nado, obteniendo
mejores resultados con la incorporación del trabajo de fuerza.
CONCLUSIONES
·
Estudios demuestran las ventajas de
incorporar el trabajo de fuerza en la planificación deportiva del nadador.
·
El trabajo de fuerza debe ser progresivo
y adecuado al tipo de prueba y características del nadador entrenado.
·
Debemos centrarnos en el desarrollo de
los grupos musculares implicados en el nado, sin dejar de lado el trabajo
compensatorio, CORE, etc.
·
Debemos trabajar de ejercicios generales
hacia ejercicios con mayor transferencia en función de la cercanía de la
competición.
·
El trabajo de fuerza o hipertrofia no
son el fin del entrenamiento, sino el medio para llegar a este.
·
El desarrollo de fuerza favorece a la
mejora del rendimiento del nadador, pero debemos de controlar las cargas que
este supone para no caer en el sobre entrenamiento.
BIBLIOGRAFÍA
González,
J. J. G., & Gorostiaga, E. (2002). Fundamentos
del entrenamiento de la fuerza: Aplicación al alto rendimiento deportivo (Vol. 302). Barcelona: Inde.
Mirella,
R. (2001). Las nuevas
metodologías del entrenamiento de la fuerza, la resistencia, la velocidad y la
flexibilidad. Barcelona:
Paidotribo.
Gatta,
G., Leban, B., Paderi, M., Padulo, J., Migliaccio, G. M., & Pau, M. (2014).
The development of swimming power. Muscles,
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Llana,
S. (2016) Apuntes Aplicación Específica
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