sábado, 26 de noviembre de 2016

FUERZA Y RENDIMIENTO EN NATACIÓN

FUERZA Y RENDIMIENTO EN NATACIÓN

INTRODUCCIÓN

La natación es un deporte individual, cíclico con alta implicación de condición física y técnica, ambos determinantes del rendimiento en competición.

Existen 4 estilos en la competición actual; mariposa, espalda, braza y crol. Cada uno de ellos implica diferentes grupos musculares y, dependiendo del tipo de prueba, a su vez implica diferentes tipos de fuerza, así como vías energéticas que sustentan la actividad.



Al igual que en otras modalidades deportivas, el entrenamiento de natación se llevaba a cabo exclusivamente en el agua. En la actualidad, el entrenamiento en seco es una parte imprescindible del trabajo y desarrollo de las capacidades físicas del nadador.

GRUPOS MUSCULARES IMPLICADOS EN EL NADO

Diferenciaremos en este apartado entre la acción de miembros inferiores y miembros superiores.

1.      Musculatura implicada en miembros superiores:

Movimiento hacia abajo: Deltoides, dorsal ancho, pectorales, romboides y trapecio.
Movimiento hacia fuera: Deltoides, infraespinoso, supraespinoso, trapecio.
Movimiento hacia dentro: Bíceps, braquial anterior, dorsal ancho, redondos, supinadores.
Movimiento hacia arriba: Anconeo, deltoides, tríceps.

2.      Musculatura implicada en miembros inferiores:

Movimiento ascendente: Glúteos e isquiosurales.
Movimiento descendente: Cuádriceps y psoas ilíaco.
Movimiento hacia fuera: Cuádriceps y glúteos.
Movimiento hacia dentro: Aductores y recto interno.

En los estilos mariposa espalda y crol ejercemos los movimientos hacia abajo, hacia dentro y hacia arriba, mientras que en la braza encontramos los movimientos hacia fuera y hacia adentro.
En lo referente a los miembros inferiores, en los estilos mariposa espalda y crol ejercemos los movimientos ascendente y descendente, mientras que en braza realizamos los movimientos hacia fuera y hacia dentro.

IMPORTANCIA DE LA FUERZA EN LA NATACIÓN

Como hemos mencionado anteriormente, existen ciertos determinantes del rendimiento deportivo. En función del tipo de deporte unos ganan prioridad frente a otros. Como más importantes, en natación encontramos la condición física, y la técnica de nado. Con esto no negamos la importancia de la preparación táctica y psicológica, sino que priorizamos las dos anteriores por su mayor importancia durante la planificación y su influencia en el rendimiento.



Dentro de la preparación física, podemos distinguir entre el trabajo condicional de la fuerza (capacidades neuromusculares) y de la resistencia (capacidades bioenergéticas). En este caso nos centraremos en la importancia de la fuerza en la preparación del nadador.

La fuerza, desde el punto de vista del entrenamiento deportivo, se entiende como la capacidad de producir tensión que tiene el musculo al activarse o, dicho en otras palabras, contraerse (González y Gorostiaga, 2002).

Entendido desde el punto de vista de la natación, es la capacidad física que nos permitirá mejorar la resistencia al esfuerzo, velocidad de contracción y explosividad muscular en el gesto competitivo.

A.    TIPOS DE FUERZA

En el entrenamiento de nadador, en función del tipo de pruebas en que compita, el entrenamiento se aproximará más a un tipo u otro de fuerza, pero por lo general seguiremos la siguiente estructura:



1.      Trabajo de hipertrofia / acondicionamiento general (si es necesario).

Este tipo de entrenamiento se llevará a cabo en fases preparatorias, con la finalidad de conseguir adaptaciones estructurales que nos permitan desarrollar las capacidades posteriormente deseadas.

2.      Mejora de fuerza máxima o neural.

En esta fase, nuestro objetivo es mejorar al máximo la fuerza de nuestro nadador, para posteriormente, transformarla en fuerza especial aplicable a la prueba de competición.

3.      Trabajo transformación a fuerza explosiva y resistencia a la fuerza explosiva.

Como hemos mencionado antes, esto difiere en función del tipo de prueba a la que se somete el nadador en competición, así como a las necesidades del mismo. Por lo que debemos comprender que cada deportista es un mundo, y sus necesidades no siguen un patrón exacto de planificación. Aun así en etapas competitivas, la prioridad es el desarrollo específico de resistencia y explosividad muscular especial de nado, las dos, capacidades que determinarán el rendimiento en la prueba competitiva.

B.     MÉTODOS DE ENTRENAMIENTO

En función de la proximidad de la competición, del tipo de planificación utilizada y de las necesidades de nuestro nadador, llevaremos a cabo unos u otros métodos de entrenamiento.
 Métodos generales: En las primeras etapas de entrenamiento, los métodos serán genéricos y distantes a las características competitivas. Un ejemplo puede ser el trabajo de fuerza máxima, en el que desarrollaremos fuerza en la musculatura implicada utilizando métodos de intensidades altas con pesas y en sala.

Métodos específicos o mixtos: Hacen referencia a sistemas en las que se focaliza en el trabajo de fuerza, con mayor similitud o transferencia al gesto deportivo, trabajando así la musculatura específica de la prueba. Un ejemplo es el trabajo de pull over con elásticos en posición prona en banca, simulando una acción de miembros superiores en nado de mariposa. El trabajo específico es muy amplio y tiene infinidad de formas o variantes manipulables.

Métodos competitivos: En etapas competitivas el trabajo de fuerza y condición física debe realizarse exclusiva o casi exclusivamente en el agua, pues debemos simular la situación competitiva. Dentro de esta, si nos interesa desarrollar fuerza explosiva o potencia podremos utilizar series cortas, series rotas o incrementar la carga con lastres u otros recursos.


Algunos estudios nos muestran la importancia del trabajo de fuerza en seco para mejorar nuestro rendimiento en natación. Un estudio comparó el rendimiento obtenido por un grupo con un entrenamiento exclusivamente en piscina con otro con complementación y series mixtas de fuerza y velocidad de nado, obteniendo mejores resultados con la incorporación del trabajo de fuerza.

CONCLUSIONES

·         Estudios demuestran las ventajas de incorporar el trabajo de fuerza en la planificación deportiva del nadador.

·         El trabajo de fuerza debe ser progresivo y adecuado al tipo de prueba y características del nadador entrenado.

·         Debemos centrarnos en el desarrollo de los grupos musculares implicados en el nado, sin dejar de lado el trabajo compensatorio, CORE, etc.

·         Debemos trabajar de ejercicios generales hacia ejercicios con mayor transferencia en función de la cercanía de la competición.

·         El trabajo de fuerza o hipertrofia no son el fin del entrenamiento, sino el medio para llegar a este.

·         El desarrollo de fuerza favorece a la mejora del rendimiento del nadador, pero debemos de controlar las cargas que este supone para no caer en el sobre entrenamiento.

BIBLIOGRAFÍA

González, J. J. G., & Gorostiaga, E. (2002). Fundamentos del entrenamiento de la fuerza: Aplicación al alto rendimiento deportivo (Vol. 302). Barcelona: Inde.

Mirella, R. (2001). Las nuevas metodologías del entrenamiento de la fuerza, la resistencia, la velocidad y la flexibilidad. Barcelona: Paidotribo.

Gatta, G., Leban, B., Paderi, M., Padulo, J., Migliaccio, G. M., & Pau, M. (2014). The development of swimming power. Muscles, ligaments and tendons journal, 4(4), 438.


Llana, S. (2016) Apuntes Aplicación Específica al Entrenamiento en Natación. Valencia 

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